Como con la mano

El silbato final, el desahogo y la confirmación de que Francia estará en el mundial de Sudáfrica 2010 son ahora una realidad. El equipo galo lo había tenido mas que complicado ya que desde los 23 minutos Irlanda ganaba uno a cero con gol de Robbie Keane y forzaba los penales, además durante el partido Francia no creó ni siquiera una situación de gol mientras que los irlandeses estuvieron en varias ocasiones cerca del segundo tanto que les daba el pasaje directo.
Durante el suplementario las cosas se mantuvieron más o menos igual aunque los nervios se multiplicaron por mil, y en una de esas jugadas de amontonamiento propuestas por un equipo local con más ganas que argumentos tácticos llega el empate para Francia, centro, jugadores en off side, mano, nueva mano casi agarrando la pelota y gol. Así y todo los jugadores del tan cuestionado Raymond Domenech corren a celebrar su arribo a Sudáfrica. Los irlandeses protestan pero es en vano, a mover del centro e intentar otra vez, aunque el milagro del día ya se había producido.

El análisis que cabe hacer está lejos de lo futbolístico, esta claro que Francia no tuvo respuestas y que a Irlanda no le alcanza con Trapatoni, Duff y Keane. Al terminar el partido ambos jugadores se saludan amablemente, algunos pese a la baja temperatura cambian camisetas, el publico feliz y cada uno vuelve a lo suyo.

Imaginemos por un instante una situación similar pero en el cono sur de América, en Argentina por ejemplo que es una realidad cotidiana. Francia (argentina) hubiera llegado envuelta de criticas al repechaje, a los 6 minutos del primer tiempo el publico francés (argentinos) hubiera empezado a corear el nombre de algún ídolo salvador… Zidaneeeeee, Zidaneeeeeee (Palermooooooo, podría haber sido Maradona en otro momento pero ya lo estábamos defenestrando por estar a cargo del equipo como DT). Antes de los 30 del primer tiempo gol visitante, la tribuna enardecida ¡vienen a jugar sin ganas! ¡Mercenarios juegan solo por plata! Benzemá en el Madrid se cansa de hacer goles, ¡Tití en el Barsa la deja chiquitita y acá va para atrás!

Todo un partido de sufrimiento donde el visitante es superior futbolísticamente, el Zidaneeeeee Zidaneeee se convierte ahora también en Platiniiiiiiiiiiii, Platiniiiiiiiiiiiii y en oh oh que se vayan todos. Tiempo suplementario, vuelan algunos asientos a la cancha, llueven encendedores y cubos de hielo. Centro cruzado y gol de Francia (arg), ¡si señores! Al mundial, por fin. Pero no, anulado por off side, lluvia de vasos plásticos, hielo, encendedores, calzoncillos, y todo lo que sea arrojable en el Parque de los Príncipes (monumental stadium, pintado). Debe haber una mano negra para dejar a FranciArgentina fuera del mundial.

En una montonera dentro del área mas propia del rugby que del fútbol llega la mano y el gol, clasificación. El equipo visitante, Irlanda (Uruguay) la emprende contra el árbitro, dos jugadores lo agreden, zafarrancho, represión policial, todos contra todos. Rostros ensangrentados, el partido es suspendido pero se sabe que se lo dará por ganado al elenco local.
Domenech en la conferencia de prensa sugiere felatio para todo el mundo, una prensa horrorizada la emprende con saña contra el esotérico entrenador. La misma prensa deportiva mediocre que lo endiosó toda su carrera ahora lo destruye y pide su cabeza, o una disculpa pública.

El público se retira comentando lo desastroso que es el equipo, que de no ser por el aguante y aliento de un público único en el mundo que empujó el equipo al empate agónico estaríamos condenados a ver la copa del mundo por televisión.

Volviendo a la realidad, la cruda realidad. La sociedad francesa no parece tomar la clasificación como una cuestión de estado nacional, Domenech es cuestionado pero como lo es cualquier entrenador más, no hay un circo alrededor de eso.

El problema de la selección Argentina está lejos de ser futbolístico, es social, político y ético. Nosotros como argentinos glorificamos un gol con la mano, porque fue a un rival que nos había robado las islas Malvinas. ¿La dictadura militar no tiene nada que ver con eso? Necesitamos que Maradona se encargue de ellos con su mano de dios y con su gol inolvidable.

Hacemos de la clasificación al mundial un culto, cuando ganamos de punta a punta con Bielsa en el 2002 se hablaba de que el sistema de todos contra todos estaba diseñado para Argentina y Brasil, que era imposible quedarse afuera y le quitamos merito a la conquista. Ahora estuvimos a un paso de ir a sufrir a Costa Rica y como a Bielsa ya lo echamos por tonto nos acordamos que no es para nada así y que se encuentra del otro lado de la cordillera construyendo la historia futbolística de un país mucho más ordenado que el nuestro.

También cultivamos la extraña idea de que Argentina debe ser campeón mundial cada cuatro u ocho años. ¿En qué nos basamos? ¿Está escrito en la piedra fundamental? ¿Se transmite de generación en generación? Es inconcebible ese pensamiento, el futbol es un deporte de equipo, abierto y con una dinámica muy particular, es muy probable que hoy en el nivel de profesionalismo que se encuentra muchos equipos que antes no existían le puedan ganar a una potencia. Prácticamente todas las selecciones del mundo tienen jugadores profesionales y jugando fuera de su país.

Uruguay, Inglaterra y Francia se han quedado afuera de algunos mundiales y nunca corrió un rio de sangre, es una circunstancia deportiva. Obviamente que todos esperamos y deseamos que nuestro equipo clasifique, y que si nuestros jugadores son estrellas en las ligas mas importantes del mundo tenemos alguna ventaja. Pero pensar que estamos obligados, o peor aun, predestinados divinamente no solo a clasificar si no a ganar el mundial está claro que no entendemos de qué va el tema de la número 5 y el verde césped.

Quizás el futbol sea nuestro cable a tierra y el no ver a nuestra selección en Sudáfrica implique empezar a mirar hacia adentro, no le conviene a nadie. Veríamos el deterioro de las escuelas publicas, la desvalorización de la educación y las buenas costumbres, los chicos arruinados por el paco, la clase política traidora al pueblo y corrupta, o el debate mediático en el cual la sociedad es el jamón del sándwich. Les dejo para el final una ultima invitaciòn a la imaginaciòn, pensemos si en lugar de Francia fueramos Irlanda; guerra civil, manifestación en el obelisco, se incendia el país, un país maravilloso pero que día a día se destruye y destruimos moralmente.