De memoria

Es ya una frase repetida, casi un slogan “los once de memoria del coco”. El entrenador de Boca se ufana de confeccionar un equipo y poder mantener, sin lesiones mediante, el mismo once titular. Incluso pareciera percibirse una cierta molestia del entrenador si tiene que meter mano a la alineación titular, daría la sensación que esta traicionando sus convicciones. Cabe recordar el caso de Guillermo Marino y Nicolás Gaitán, el primero comenzó el torneo auspiciosamente con dos goles en un tiempo para torcer la historia mientras que el juvenil concluyó el campeonato afianzado en su posición y como la aparición xeneize más importante del año. Inclusive nuestro querido Coco llegó a declarar que su imposibilidad de tener a los “once de memoria” fue uno de los factores que incidió para que el equipo de la ribera no conquiste ningún titulo durante el 2009 (como si esto fuera una tragedia nuclear).

Ahora bien, ¿que posibilidades ofrece un equipo que forma exactamente igual durante 19 partidos consecutivos? Se podría pensar que esos once están afianzados y con la moral en alto, que adquieren rodaje, confianza y regularidad. Pero al mismo tiempo ¿Qué ocurre con el resto del plantel?¿Como se siente un jugador de Boca que no está entre los de memoria? Rápidamente se podría inferir de que el día lunes en la practica no alberga ninguna posibilidad de arrancar el partido desde dentro del campo de juego, también se podría pensar haciendo un análisis contrapuesto al de los titulares que se encuentra desmotivado, sin rodaje de juego, bajo en su confianza y con poco ritmo de partido, que es en definitiva lo que necesita para poder adquirir nivel.

Creo que el deporte moderno brinda infinitas posibilidades tácticas que son desaprovechadas si un entrenador no se mueve de los once iníciales. El factor de cambio, de renovación, de propuesta de juego es limitado si siempre juegan los mismos. No hace falta que me digan que el futbol es un deporte abierto y que nunca, pero nunca un jugador juega de la misma forma dos partidos en su vida. Puede jugar muchos bien, regular o mal, pero nunca se repite porque el esquema y la situación táctica del deporte no lo permiten. Entonces volvemos al análisis, si un entrenador considera que la clave del éxito es poner siempre a los mismos no solo quita confianza a los demás profesionales si no que reduce las variables técnico tácticas de su equipo. Inclusive hace mas fácil la tarea del entrenador rival que a la hora de estudiar a Boca corre con la ventaja de saber que el once inicial no se modifica, claro está en este punto también que si Riquelme, Palermo y compañía están en un gran nivel por mas estudio que se realice es muy difícil ganar; pero el análisis del equipo rival es un punto fundamental a la hora de planificar un partido y Boca quizás facilite la tarea de los rivales.

El panorama cambiaria si algún partido Insúa y Riquelme juegan de doble enganche, en otro momento uno se tira al costado, si en alguna oportunidad se coloca un doble cinco al lado de Battaglia o bien se le otorga esa función únicamente a él; si se opta con una línea de tres con Cáceres como líder de la misma. Me imagino que el planteo sería mucho más rico y ofrecería múltiples variables.

Probablemente la idea de unos titulares fijos venga del tiempo donde no se podían realizar cambios, o tenga que ver con el sistema del futbol que es bastante acotado a la hora de la sustitución de los jugadores a diferencia de muchos otros deportes de equipo (Handball, básquet, rugby, Voley). Casualmente en estos deportes las sustituciones permiten a los entrenadores y a los equipos la ejecución de mayores variantes tácticas, incluso dentro del mismo partido un entrenador cambiando algunos nombres puede obtener un funcionamiento distinto del equipo. Durante un partido de futbol si se sustituyen a dos jugadores por lesión queda muy poco espacio para una variante táctica restando tan solo una sustitución.

No pretendo saber mas que el Coco, simplemente brego por un futbol con mayor ambición táctica, con mas variantes y por planteles donde todos los jugadores puedan aportar desde dentro del campo de juego.