No existen los amistosos… reza la propaganda de una conocida bebida isotónica.

Necesitamos menos críticos de cine… afirma una bebida cola bajas calorías

Al notar la ausencia de su hijo el padre decide cargar la familia, la cena y el arbolito para celebrar la Nochebuena en la cabina de peaje junto a su asalariado muchacho.

En un principio estaba convencido de que las empresas hacían publicidad incluso engañando a los consumidores para vender sus productos. De esta forma vemos como un cinturón electrónico ejercita nuestros abdominales sin que nosotros hagamos el mas mínimo esfuerzo, también nos enteramos de que ahora los jabones en polvo tienen unas súper micro ultra partículas que reconocen las manchas y las eliminan y toda sarta de cosas de dudoso resultado ¿hace falta mencionar el reduce FAT fast y su “gurú” (sic) internacional en la perdida de peso?

Últimamente creo que además de intentar vendernos sus productos buscan que compremos una ideología, vacía por supuesto de todo contenido. Necesitan generar un tipo de ciudadano que solo se dedique a comprar y nunca a reflexionar, la m dorada vende hamburguesas híper calóricas y nada nutritivas que solo engordan, pero al mismo tiempo podemos solucionarlo con el leg magic, el conocido brebaje reductor o un programa de entrenamiento con las Billy bandas; lamentable.

Cuando la bebida cola propone al padre de familia mudar el festejo a la cabina de peaje también nos esta diciendo a todos que ser explotado dentro de un cubículo de 1 metro por 1 metro es mas importante que la celebración en el hogar familiar, mi propuesta seria obligar a los concesionarios de las autopistas a que el 24 y el 25 dejen abiertas las barreras y permitan a los empleados estar en sus casas, si es que consideramos a la navidad como un evento trascendental como propone la bebida cola. También podríamos reflexionar sobre la manera en que esos concesionarios adquirieron el beneficio de cobrarnos precios exorbitantes para dejarnos circular dentro del país en el cual nacimos y vivimos. No me entra en la cabeza como los peajes no son estatales, pero menos entiendo como pueden presentar quiebra si es una mina de oro (ante cualquier duda dirigirse a la cabina de peaje mas próxima en hora pico y verá tantos autos como su panorama le permita).

Seria imposible explicarle a un chico que recién comienza a jugar al futbol el espíritu de equipo y la necesidad de jugar con otro y no contra otro si tomamos en cuenta que “no existen los amistosos” ¿Qué es esa pavada? Por supuesto que existen, hay infinidad de amistosos. Y aun el partido mas importante, la final del mundo, la de la champions, la libertadores nunca pero nunca deben ser una cuestión de vida o muerte. Eso es una mentira que nos venden desde la caja boba, las finales son trascendentales, épicas, reñidas, llenan tribunas y de nervios y ansias a los protagonistas; pero nunca dejan de ser un evento deportivo. Eso de que Mascherano es un “guerrero”, que el Barca – Madrid de este año va a cambiar el curso de la historia o que el pueblo argentino necesita un buen mundial son todas mentiras destinadas a que no nos fijemos en el índice de desempleo o la tasa de mortalidad infantil que tenemos en Argentina. Claro que existen los amistosos, hay que saber jugarlos por supuesto. Siempre se juega para ganar, pero para lograr ese objetivo no hay que exterminar al otro, molerlo a patadas o armar una escaramuza de guapos. Eso no define a un partido en serio y a otro amistoso. Debemos enseñar y transmitir de que el rival es solo circunstancial, que en otro momento puede estar de nuestro lado, que si nos empeñamos en destruir al clásico rival nos quedamos sin gente para jugar. Suena cursi pero ¿como seria Boca sin River?, lamentablemente estas grandes empresas llenas de técnicos en marketing y de ningún deportista están bajando una línea peligrosa, que lleva a la violencia y a la destrucción del espíritu del deporte.

Cada cual es dueño de sus gustos, y si alguien elige llorar viendo el final de Titanic o Bambi quien podrá decirle que está bien o mal. Cada loco con su tema reza el maestro catalán con absoluta certeza. Ahora bien, sin entrar en subjetividades considero que no puede ser lo mismo una película de un talentoso director, con un guion profundo y revelador que alguna producción pochoclera destinada a pasar una tarde de lluvia en la costa. Hay gustos para todo, pero la calidad artística debe ser discernida, luego se puede elegir y ver cualquier cosa pero vivir mas frescos no puede ser sinónimo de vivir sin cultura; y que quede claro que estoy lejos de defender a los críticos de cine. La marca apunta a un público inculto, manso, irreflexivo que solo se siente frente a la pantalla a ver y consumir. En una opinión estrictamente personal considero que los artistas deben ser responsables con el mensaje que emiten, que es mucho mas valiosa una canción que habla de la miseria o las inundaciones que otra que cuenta de las virtudes de la ropa interior de una muchacha en minifalda. No digo que no tenga ritmo o validez, simplemente elijo a los que intentan dar un mensaje, o desde su lugar torcer esta realidad en la que pretenden que festejemos la navidad en el peaje con tal de no dejar de trabajar.