El aguante

Cuando Boca se bañó todo el mundo se alegró, menos obras sanitarias que sin agua se quedó!, cantábamos los pibes de la cuadra. Aquella canción aludiendo a la poca higiene de los hinchas de la ribera hoy queda obsoleta ante el panorama de voliencia, ilegalidad y delito actual, también podemos agregar que se privatizó el agua y ya no existe obras sanitarias.

La lucha por el poder en las barra bravas ha llegado a limites insospechados, curiosamente hoy en día son mas comunes enfrentamientos entre la propia hinchada para ver quien se queda con la mejor porción de la torta que entre clásicos rivales. No es que esté promulgando los enfrentamientos, pero destaco la mafia existente a tal punto que ya no importa ver quien es "el capo del barrio" o el "que mas aguanta" (términos de neandertal si los hay) si no ver quien se queda con el dinero que generan las barras.

La ridiculez llega al extremo de castigar con banderas a jugadores que osan no entregar dinero, sin importar si estos son históricos referentes de sus equipos y a quienes se les ha perdonado todo como los casos de Gallardo y Riquelme. Ahora solo está en juego el poder, antes el fútbol era utilizado como excusa ahora ni siquiera. Ya no importa la posición en la tabla, menos que menos la disposición táctica y el sistema de juego. Inclusive gente común va a la cancha y se suma a esos cánticos ridículos, de "yo soy de avellaneda y tomo frula" cuando lo único que tomamos es nesquick.

Se sabe el negociado, se sabe que les dan entradas para reventa, se sabe que van a Sudafrica, se sabe que son grupos de choque político; ya no tienen si quiera el decoro de colocar al fútbol o al equipo como escudo, directamente es un negocio ilegal que se perpetra en las tribunas del querido club de nuestros amores, donde algunos ingenuos aun vamos a ver un partido de fútbol.