Llenar un diario, varios suplementos y docenas de programas hablando sólo de fútbol es una tarea de Hércules, pero no para nuestros amigos mediáticos. Yo creo que cuando Maradona anunció que haría una conferencia de prensa en las redacciones se abrieron varios champanes, cuando Bilardo promete el lunes o martes contra atacar ¡fiesta total! Hay material para escribir y teorizar durante toda esta semana que la bocha todavía no rueda.
Son cada vez menos los que hablan de técnica, táctica, de si las selecciones juveniles están bien luego de la salida de Pekerman, si los jugadores que llegan a primera tienen los atributos técnicos necesarios o son víctimas de las ventas prematuras y deben quemar etapas. Pocos comentan los planteos tácticos de España, Holanda, Uruguay, Alemania y Argentina en el mundial. En lugar de analizar cuestiones específicas prefieren irse por las ramas a ver si Bilardo choca contra Maradona, e intentar que Grondona cambie su cara de Cossanostra y pise alguna vez el palito con sus declaraciones.
No quiero saber los entre telones del trío Maradona - Grondona - Bilardo. Maradona entrenador ya pasó, me emocioné viéndolo de traje en Sudáfrica, no me gustaron los 4 centrales, me hubiera gustado que siga Verón y nada más; ahora me concentro en no olvidarlo nunca como jugador y en disfrutar cada clip, cada vídeo y cada recuerdo (como dice la canción, late mi corazón, he visto a Maradona y enamorado estoy). A Bilardo le agradezco infinitamente los mundiales, le admiro la valentía de luchar a capa y espada contra estos personajes nefastos que luego le tuvieron que poner una bandera pidiendo perdón, me gusta escucharlo hablar de fútbol, no me gusta verlo poniéndole salchichas alemanas a una silueta de Klinsmann junto al bambino Veira. Y con respecto a Grondona espero que se aleje de su cargo por motu propio ya que da la sensación que sólo la parca nos salvará de la corrupción y los negociados que se cuecen en Viamonte.
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