El toque de Midas

Hubo en la historia del fútbol argentino un personaje muy particular e interesante, José Luis Chilavert. El arquero paraguayo estaba siempre en el centro de la escena, ya sea por su deslumbrante pegada, por su gran rendimiento o por alguna polémica. Quienes lo conocen realmente juran que montaba un personaje para absorber la presión y que sus compañeros jueguen mas tranquilos. Era el prototipo de jugador clásico que si está en tu equipo es amado, si es rival odio profundo y eterno. El guardamenta guaraní decía una frase muy interesante y digna de ser analizada ..."no importan si hablan mal o bien, lo importante es que se hable de Chilavert"... Daba a entender que no le importa el que dirán, y que se bancaba perfectamente estar en el ojo del huracán.

Mas acá en el tiempo y degradación cultural menemista y post menemista mediante, esta máxima de Chilavert es recogida por algunos impresentables personajes del ámbito televisivo. La señora Alfano por ejemplo está desesperada por unos minutos de aire televisivos, no interesa si en ellos se habla de su promiscuidad o se la ve exhibiendo sus implantes mamarios ante el galán de turno, lo importante para ella es estar en la tele, a cualquier precio.

Y a la vez encontramos al señor Pasman, quién comprendió que la única manera de trascender en el mundo del periodismo deportivo es confeccionar un personaje opositor a Maradona. Justo en el país donde la idolatría por Diego no tiene límites, este muchacho recibió la bendición de la popularidad justo de la mano de diegote, con su tristemente célebre "la tenés adentro". Desde aquel día en Uruguay el susodicho pseudo periodista (a quién ni vale la pena mencionar otra vez) se ha dedicado a victimizarse y colocarse en el papel de ser odiado. Es bastante lamentable que alguien para poder tener aire o rating (cosas que me tienen sin cuidado) se cuelgue de los bolsillos de Maradona, simulando ser un abnegado contra. Todo lo que Diego toca se convierte en oro,  inclusive a los imbéciles. Tranquilos, nos queda la certeza que debe ser una vida triste, acartonada y miserable.