El club de Nuñez, el más ganador del ámbito local, llega a esta infame situación luego de 3 (o mas) años de pésimas gestiones, con mucha fuga de capitales, poco éxito deportivo y mucho oscurantismo. Un club de fútbol suele ser un negocio que mueve muchísimo dinero, pero esta vez Aguilar y sus secuaces no tuvieron el decoro de guardar las formas y las apariencias y al menos mantener minimamente la estructura del club más grande de la Argentina. El resultado está a la vista, River arranca en zona de promoción, viene de un torneo muy malo donde los jugadores mas importantes superan los 35 años y sus dos delanteros fueron Funes Mori (interesante proyecto pero no realidad aun) y Canales, quién no parece dar con el perfil de 9 goleador histórico de River, recordemos a Francescoli, Salas, Crespo, Higuaín o tecla Farías.
El mote de "millonarios" suena a chiste de mal gusto en esta actualidad donde River no es dueño de la mayoría de los jugadores que lo representan, donde vende paquetes de juveniles a clubes del extranjero y donde incluso ya cobró el alquiler del monumental para recitales hasta el año 2014.
La solución de los riverplatenses para esta situación complicada es llenar el equipo de refuerzos, la misma estrategia que utilizó Independiente en 2002. Traer un plantel practicamente nuevo y dedicarse a sumar puntos que alejen el fantasma del descenso, si es con título como aquella vez en Avellaneda mejor. La vuelta olímpica hace olvidar cuestiones como que Independiente había vendido a Vuoso y Forlán en millones antes del corralito, y no vayan a creer que los de Avellaneda fueron perjudicados por Cavallo, nada de eso. Ese dinero que magicamente se cuadruplicó (gracias Mingo) nunca volvió a las arcas del club que hoy pide limosnas a cambio de los ladrillos que faltan para terminar el estadio, que con el dinero del pase de Agüero se pueden hacer dos canchas, un aeropuerto y tres shoppings (recordemos que el jugador era 100% de Independiente).
Sin ser un oráculo puedo predecir lo que sucederá en River, el torneo terminará mucho mejor que los anteriores, seguramente en posiciones de privilegio y con goles de Leandro Caruso y Mariano Pavone, actuaciones brillantes de Juan Pablo Carrizo, un termómetro en el medio con Acevedo, pero ¿saben que? Ninguno de estos jugadores pertenece a River Plate, razón por la cual serán vendidos, el dinero a los intermediarios y grupos empresarios que "acercan jugadores" (término neoliberalista preferido de Niembro) y comenzará la calesita otra vez, suban señores que hay sortija para todos!
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