Francamente queda muy poco para agregar a la vida de película de Martín Palermo. Podría reiterarme sobre todos sus logros y conquistas, podría describir la capacidad de sobreponerse a situaciones adversas y dramáticas o elogiar su gran capacidad goleadora. Todo eso, si bien es absolutamente cierto, está trillado.
Lo que si quisiera destacar sobre Martín Palermo es algo practicamente extra futbolísitco, y es todo lo que genera alrededor de su persona. Cuando el "optimista del gol" ingresa a la cancha con la selección todos, pero absolutamente todos deseamos que le vaya bien. Es un jugador y una persona que contagia optimismo, alguien que con su presencia nos inspira y nos convence que algo bueno está por venir.
Palermo es un jugador capaz de hacer corear al gallinero su nombre hasta el hartazgo en una tarde noche de diluvio y frío con milagro ante Perú. Sabemos que quizás no es un dotado técnicamente, pero si existe el olfato de goleador él es un sabueso y de los mejores.
Salud Martín, porque sos un ejemplo para todos y porque seguramente tengas algún milagro mas en la mochila para ofrecernos este mundial.
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