El partido del miércoles entre Banfield y Velez dejó muchisima tela para cortar, los jugadores plantearon un partido violento desde el partido cero y eso sumado a la falta de conducción y la necesidad ególatra de Saul Laverni dio un resultado lamentable. Un partido desvirtuado por las expulsiones y la violencia.
Pero dentro de este ámbito de locura, pierna fuerte y tarjetas rojas creo conveniente destacar a Ricardo Gareca y a Sebastián Dominguez, entrevistados al final del partido por Titi Fernandez y Benedetto respectivamente.
Con las pulsaciones a mil, la eliminación inminente ese es el mejor momento para rescatar una declaración subida de tono y poco pensada. Sin embargo Gareca prefirió no opinar en ese momento, incluso le dijo "disculpame" a Fernandez, cuando el "¿periodista?" lo único que pretendía era una frase desafortunada para poder llenar unos minutos de televisión y generar polémica.
Por su parte Sebastián Dominguez fue muy sincero y coherente al declarar que verdaderamente no conocía la situación de la expulsión de Ortiz y como si fuera poco agregó "no perdimos por Laverni". Dos claros ejemplos que un gran club está compuestos por excelentes profesionales.
Muy cierto. Claros ejemplos de lo que significa saber perder y saber medir las ondas expansivas de eventuales declaraciones desafortunadas nacidas desde la bronca y la calentura.
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