Lejos de esta solución sabemos que muchos dirigentes e incluso jugadores son condescendientes con los barras, si bien en público se declara que no los conocen o que no cooperan, en las sombras las barras obtienen financiamiento directo de aquellos que dicen intentar combatirlos.
Ayer trascendió que Grondona se iba a reunir en la biblioteca de la AFA con dos representantes de las barras para negociar su inclusión como "acomodadores". Cuando lo escuchaba en Competencia, el programa de continental 590 no lo podía creer. ¿Perdimos el juicio completamente? ¿Estamos tan acostumbrados a que nos roben, nos mal traten que ya ni protestamos? ¿La corrupción es tan habitual que no nos llama la atención? Me resulta imposible de creer que trascienda esa información y nadie haga nada, ¿por qué los violentos tienen el derecho de reunirse con el presidente de la AFa y encima para pedirle trabajo? Es inconcebible.
Está claro que los barras se mueven con absoluta libertad y complicidad, ni siquiera importa disimular, tienen la facultad de ir a la AFA, ser recibidos y que todos nos enteremos, francamente no comprendo como puede ser que suceda.
Es muy simbólico el lugar de reunión también, ese es el lugar que ocupa el conocimiento en la Asociación del Fútbol Argentino, lejos de ser un lugar para impartir conocimiento se convirtió en lugar de encuentro de delincuentes, recordemos que Grondona también lo es.
Hubiera sido bueno que se reunan en una cárcel y queden todos adentro de una buena vez.
Escuché ayer por la tarde Contintental, y me produjo el mismo sentimiento que expresás en el post. Aunque coincidamos en el escrito, pienso hacia adentro que el problema es taaaan grande que resulta difícil creer en la pronta solución. La cárcel, los sistemas judiciales en nuestro país, no lo son, porque está comprobado que no dan resultado (2x1, buen comportamiento, la no reinserción en la sociedad). Hoy por hoy creo que lo único que queda es conformarnos con que estén bien identificados estos "hinchas", aunque no sé para qué. Hace tiempo que opté por dejar las canchas al menos como espectador y sólo voy si tengo posibilidades de laburar periodísticamente allí. Siempre actualizado, buen blog!
ResponderEliminarLa verdad que dá mucha impotencia. La única solución posible parece ser por parte de la gente (de los que tienen el poder, nadie hace nada). Y la solución sería no ir más a la cancha mientras las barras tengan libre acceso. Tocándoles el bolsillo es la única forma de lograr que se haga algo. Pero es difícil, ya que las barras están muy inmersas en la cultura futbolera, la gente canta sus canciones, agita sus banderas, etc. pensando que apoyan al equipo cuando en realidad están bancando a los violentos.
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