La soberbia al silbato

Era de esperar que la serie entre Vélez y Banfield por la Copa Sudamericana se presente cerrada y friccionada, son dos de lo mejores equipos argentinos que presentaron mayoría de titulares para esta ocasión. Sorprendió quizás un poco el 0 1 del taladro en la ida, y más aun el golazo del Chelo Carrusca, que practicamente definía la serie.

Pero cuando los amantes del fútbol esperábamos ver el duelo táctico entre Gareca, decidido a poner 8 delanteros si hace falta y Falcioni para contrarrestar sin perder la contra, tuvimos que soportar el ego y las miserias del soberbio de Saúl Laverni. 

Estoy seguro de que ningún arbitro del mundo sale de su casa pensando en perjudicar a tal o cual equipo, pero también estoy seguro de que este nefasto personaje del arbitraje sale con la idea de ser figura, de manejar el partido y de tener un protagonismo al mismo nivel que los jugadores.

Laverni tuvo todo tipo de fallas, por ejemplo marcó la distancia de la barrera sin contar los pasos, no cobró penal de Bologna a Alvarez en la última jugada, quizás lo llamativo y suspicaz es que dió 2 minutos de descuento en un partido donde hubo 6 cambios, 4 expulsados y por consecuencia el partido parado durante mucho tiempo. Lo llamativo es que lo dió luego del empate de Velez, como diciendo ..."a ver si doy 5 y estos de Velez todavía ganan"..., no porque esté contra el equipo de Gareca, si no como para terminar el partido sin mas complicaciones de las que había tenido.

Pero la nota de color la dio con la expulsión de Ortiz, iba a amonestar al jugador de Vélez quién no estaba de acuerdo con el fallo. El arbitro pretendía que el jugador se acerque a recibir la tarjeta de la misma forma que nuestro cachorrito viene a nuestros pies luego de rompernos la ropa que nos sacó de la soga, el jugador hacía caso omiso; entonces decidió expulsarlo. Cabe destacar que mas tarde con Gastón Diaz se dio exactamente la misma situación, pero como Laverni ya se había cargado a 3 jugadores de Velez dejó su ego de lado y lo amonestó a la distancia. Pregunto, al igual que Mariano Closs en el relato, ¿que es lo que pone en el informe sobre Ortiz? ¿no me hizo caso? ¿se cree mas guapo que yo? A la vez pregunto, ¿no es suficiente castigo la tarjeta amarilla ya, como para que el jugador deba acercarse al arbitro como un acusado al estrado? 
Por supuesto que en este duelo de egos Laverni también se peleó con Silva.

Cerrando el partido Carrusca va con los botines hacia adelante, la jugada reclamaba amarilla. Pero para compensar por supuesto vino la roja. Lo raro es que no tomó medidas contra Tobio que abiertamente y en la cara del arbitro insultó a Carrusca por la entrada.

Es lamentable que tengamos que soportar arbitrajes así.