Mística

La final de la Re Copa Sudamericana me diparó muchas reflexiones, podríamos hablar de la suficiencia y la tranquilidad de Verón, quien sale a un estadio repleto con la misma parsimonia que uno saldría en ojotas a tender la ropa en el fondo de su casa.

También podríamos comparar a ambos clubes, La Liga y Estudiantes, de presentes similares, clubes ordenados y bien trabajados, con proyectos importantes, con continuidad y mucha presencia en el plano internacional.

Pero quiero detenerme en un jugador de Estudiantes, Gabriel Mercado. Cuando lo veía salir por el túnel pensaba que quizás podría estar nervioso. Pero me dije que no, que luego de todo el sufrimiento que atravesó en Racing seguramente esté disfrutando de este momento glorioso de su carrera. Hoy Mercado está en un club diametralmente opuesto al club de donde surgió, en alguna oportunidad debió jugar la promoción, otros torneos demasiada presión por parte del promedio, acostumbrado al desfile de entrenadores y al éxodo masivo de jugadores. Esta vez le tocó a Mercado emigrar, pero lo hizo bien. Pasó a uno de los mejores clubes de Sudamerica y pese a la altura de ayer, a la derrota está muy cerca de conseguir su primer título internacional.