Un flaco infierno

La derrota en el Monumental de Independiente desnuda varias cuestiones, si bien la cancha de Nuñez siempre fue un destino complicado para los rojos ayer River ganó sin despeinarse. La impresión que quedó es que a Independiente se le puede ganar con muy poco, porque seamos realistas River no fue para nada una maquinita.

Hace mucho que Independiente no jugaba tirando el offside sistemáticamente (y mal) como ayer, está claro que el "manager", insisto con que nunca fue manager se mueve desde la sombra y que Garnero es muy influenciable.

Independiente para este torneo tomó varias determinaciones, dejó su fútbol profesional en manos de Menotti quién no es para un referente del club, éste personaje decidió prescindir del Tolo Gallego con quién Independiente volvió a pelear los últimos dos torneos y a participar en el ámbito internacional. Limpió su plantel, dejó ir jugadores de mucha relevancia como Gandín, Nuñez y Piatti y se reforzó poco, de hecho el refuerzo más resonante es el de Velázquez y ni siquiera concentra. Además el "manager" apostó por un entrenador inexperto y a quién puede manejar a su antojo. Como si esto fuera poco salió alegremente a anunciar que ahora hay un "proyecto de inferiores", como si esto se pudiera hacer de la noche a la mañana. Entonces esperan que Fredes sea Maxi Rodriguez y Godoy Mascherano, claramente esto no es ni será así y lo único que se consigue es quemar etapas y mandarlos al picadero de carne. No hay que ser un erudito para entender que con esta realidad a Independiente le esperan varias calamidades por delante.

Quizás en estos enfrentamientos de mano a mano por la Sudamericana ante un Argentinos también desmantelado pueda avanzar, pero la cuestión de fondo  es grave. Una institución puede equivocarse, pero no debería regalar su porvenir futbolístico en manos de una persona a quien evidentemente el club no le importa demasiado.