Mucho que aprender

Sudáfrica es tan solo un recuerdo, un mal recuerdo si pensamos en el 0 - 4. Por estos días se están disputando en paralelo los mundiales de Hockey femenino y de Básquet, curiosamente dos deportes de los que el fútbol debería aprender mucho y copiar varias cosas.

La diferencia sustancial que existe entre estos deportes es que tanto en el basquet como en el hockey, una vez que se elige al entrenador mas apto para el momento, éste tiene la libertad de trabajar en base a un proyecto generalmente de 4 años. Como tal, el proyecto tiene objetivos a corto y largo plazo y se orienta hacia la competencia más importante dentro de ese período sea Juego Olímpico o torneo mundial, o ambos.

La sucesión de entrenadores es coherente, y el que viene tras el fin de un ciclo no derrumba todo lo que hizo el anterior si no que toma esa base y sigue construyendo de acuerdo a sus convicciones. En Argentina nuestra historia política tiene mucho de ese karma de destruir todo lo anterior, siempre pienso en el albergue Warnes. El inmenso edificio tenía destino de un hospital enorme, al ser derrocado Perón no sólo se prohibió pronunciar su nombre si no que se desestimaron todos sus proyectos, los malos y los buenos. El Warnes se transformó en albergue de indigentes y terminó dinamitado, parece increíble pero es real.

Muy por el contrario en el basquet y en el hockey cuando un entrenador cumple con su ciclo pactado sienta las bases para el que vendrá, de forma tal que el deporte está en crecimiento permanente. Es más, hay entrenadores cuyo objetivo es generar un recambio, por ende su ciclo es de "transición" ya que convocará muchos jugadores jóvenes, y puede suceder que ese entrenador se vaya y luego venga otro y tome esos jugadores ya maduros y coseche los frutos que aquel sembró. ¿Qué es lo importante? Que el deporte esté en constante crecimiento y se mantenga la competitividad.

Por supuesto que esto debe estar acompañado de una dirigencia seria, coherente y honesta; que permita desarrollar una estructura donde el deporte pueda crecer. En el fútbol nada de esto sucede, los entrenadores son elegido a gusto y placer de Grondona según el momento lo requiera, cada cual piensa en la gloria personal y no tiene en cuenta ni el ciclo previo ni el que vendrá. Imaginemos con la popularidad y trascendencia que tiene el fútbol en nuestro país si se trabajara de forma organizada y en equipo la cantidad de resultados que se podrían obtener.