La hinchada de Independiente cometió un acto de imbecilidad abrumador arrojando comida a la cancha. Pero en su prontuario suma, hace escasos días, la agresión al arquero uruguayo Martín Silva. A quién la hinchada luego cobardemente aplaudió, conciente de que si el arquero hubiera querido retirarse podría haber complicado mucho las chances de avanzar en la copa, estando el arquero en todo su derecho. Y también haciendo memoria podemos recordar que Pezzota se vio obligado a detener el último partido vs Boca en Avellaneda por cantos racistas.
Parece mentira que en 2010 todavía en las tribunas exista gente de cromañon.
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