Sicarios

Es hora de hacer justicia, es hora de parar esta locura, no es posible que todos miremos para otro lado. La muerte de Mariano Ferreyra es un hecho lamentable, que tiene muchas aristas políticas pero lo que queda claro, pero clarísimo es que los barrabravas son fuerza de choque de diferentes partidos, dirigentes o sindicatos.

Los barras son lo más parecido a un sicario o a aquellos "gurkas" de los cuales me hablaba mi estimada profesora de historia en el secundario. Asesinos a sueldo, inescrupulosos y mafiosos que sin ningún recaudo se exponen en los estadios de fútbol para afianzar su negocio. Hoy el fútbol es lo que menos importa en la vida de los "barras", ya no hay sentimiento. La primera causa es el dinero, venta de entradas, estacionamiento, reventa de espectáculos organizados por el club y también ser patota o grupo de choque del dirigente que toque, porque por supuesto no pretendamos que estos delincuentes tengan una ideología.

Todos los imputados por el asesinato de Mariano Ferreyra son barra bravas de tal o cual club, y en medio de esta innegable realidad los dirigentes del fútbol argentino miran para otro lado. Es mas, Grondona se reunió con los líderes en la biblioteca de la AFA para negociar un posible "blanqueo" de la actividad de los violentos.

¿Hasta donde llegaremos? ¿Cuántas muertes mas tendremos que sufrir para que los dirigentes tanto políticos como deportivos se dignen a ponerle un freno? Yo particularmente he desistido de asistir a la cancha, lo veo muy complicado. Aunque eso me trunque un sueño de siempre, ir con mi hijo a ver a Independiente. Elegiré la tele o un partido en Mar del Plata, pero nunca arriesgaré mi vida ni la de los que mas amo a riesgo de quedar encerrado en una lucha de poder de estos sicarios.