El objetivo de ambos equipos parecía ser no arriesgar nada de nada, curiosamente en materia de puntos y posiciones no había demasiado en juego. Sin embargo los dos salieron a cuidarse, como si un resultado adverso pudiera torcer aun mas la relaidad. Creer que la victoria de River "salva" el año es ser practicamente un energumeno.
En este ajedrez de urgencias del fútbol argentino River se adelantó una jugada, echó a su entrenador antes del clásico. Una cosa inaudita completamente, poniendo a Boca en una posición complicada y sabiendo que una derrota eyectaría a Borghi del sillón de entrenador. La salida de Cappa se debió mas a una posible victoria que a una posible derrota, me explico, en River no querían a Cappa entonces lo echaron por si ganaba, no por si perdía. Una victoria del bigotón le daba crédito hasta fin de año y no era la intención de los dirigentes de River (los mismos que aprobaron el pasivo de menos 78 millones).
En materia futbolística casi nada para hablar, un partido horrible. La fecha pasada pudimos disfrutar de Banfield Velez, ambos necesitaban ganar y ambos salieron a buscar el partido, un 3 a 2 vibrante. Aquí lejos de cualquier planteo y estrategia el tema era no perder. Si bien River tuvo muchas más voluntad futbolísticamente hablando fue poco y nada lo que se vio en el Monumental.
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