Corazón de León

Estudiantes de La Plata fue un gran campeón, tuvo momentos de excelente fútbol y demostró que mantenerse en la cima es mucho mas complicado que llegar. Con los jugadores como abanderados de un proyecto institucional y con muchos chicos de "la casa" el Pincha alcanza el segundo título de este proceso que comenzó allá por 2006 con la vuelta de la Bruja Verón.

Quizás este equipo de Sabella haya tenido menos momentos de brillo y vistosidad que otros años, incluso menos que Velez su dignísimo sub campeón. Pero hay algo que lo destacó y eso fue el esfuerzo y la constancia, el trabajar cada partido y esperar el momento justo para golpear. Hubo resultados como el de River en el Monumental que fueron aplastantes, 4 a 0 cuando se presumía que el pincha dejaba puntos en su visita a Nuñez, pero hubo varios otros donde el conjunto platense debió ponerse el overol y trabajar el partido hasta tener la oportunidad de romperlo, como ante el Independiente "muletto" o mismo en su final contra Arsenal que se cerró atrás y le quitaba espacios.

Y es en este contexto de sacrificio y trabajo de equipo que se destaca Rodrigo Braña. El "Chapu" cambió un stick de hockey por la número 5 y fue el Cholo Simeone quién lo colocó de volante central y de alguna manera creó este "genio de la recuperación". Braña tiene una gran capacidad de recuperar pelotas y le suma a eso la entrega justa, mucha calidad de pase para dársela siempre redonda a un compañero. Esto que parece sencillo, no lo es. Es el ABC del fútbol, sacársela a los otros y dársela a los míos. Como si esto fuera poco el Chapu pierde muy pocas pelotas por partido, cualidad similar por ejemplo a la de Xavi Hernandez en el Barca.

En este campeón quizás no luzca como Verón, dueño de todos los golpes posibles al balón, no tenga la habilidad y talento de Enzo Pérez ni la capacidad goleadora de la Gata Fernández; pero en la mitad de la cancha este Estudiantes campeón tiene un león, un jugador con corazón de león, justamente en el corazón de la cancha.