Vélez celebró, en el marco del año de su centenario, la obtención de la Copa Intercontinental. Con un partido amistoso que reunió a estrellas internacionales recordaron aquella final en Japón. El equipo de Liniers en aquel momento todavía no era lo que es hoy, la generación dorada comenzaba a asomar y la gestión exitosa también.
Quizás era un equipo mas chico que hoy, entonces eso le valió el apoyo de todo el país y quizás de los no italianos también. De alguna manera se enfrentaban David y Goliat, pero aquel Velez de Bianchi estaba acostumbrado a los milagros, y así fue. Con una avivada de Asad y un penal de Trotta Velez se llevó la Intercontinental e hizo historia.
Inolvidable.
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