Este opacamiento se ve acentuado en este Apertura, ya que el campeón tuvo un excelente rendimiento pero como si eso fuera poco el sub campeón también; por lo cual todos los análisis se centran en los primeros dos equipos, que obviamente fueron los mejores.
Pero hay un equipo que viene haciendo las cosas muy bien desde hace tiempo, y quedó justo por detrás de estas dos grandes instituciones que mencionábamos; se trata de Arsenal de Sarandí que con 32 puntos finalizó tercero y cerró un gran torneo.
Particularmente me quedó la sensación de que podía haber dado algo mas, y en algunas ocasiones le reproché a Alfaro la falta de audacia. Sin embargo es innegable el buen trabajo, y si aplicamos una mirada global y amplia deducimos que Arsenal de Sarandí es un club que con trabajo y esfuerzo llegó desde las categorías de abajo para asentarse en primera, para pelear el torneo e incluso para ganar la Copa Sudamericana como lo hizo en el 2006.
El equipo del viaducto lleva adelante una política austera en el mercado de pases, que es la correcta. Ninguna contratación estridente y fuera de foco que pueda comprometer la economía del club, se refuerza sólo en los puestos que necesita y viene trabajando muy bien con las divisiones inferiores. El Papu Gomez es el abanderado de ese cambio, hace algunos años a ningún chico de Sarandí se le ocurría ir a otro lugar que no fuera Racing o Independiente. Hoy Arsenal es una realidad, con jugadores como el Papu y Franco Jara que son el producto genuino de una cantera que está funcionando.
Lamentablemente el conjunto de Sarandí carga con el estigma de Julio Grondona, no faltan los que sin evidencias descreen de la solvencia de Arsenal o de que lo conseguido ha sido fruto de un buen trabajo. Estos prejuicios no empañana el crecimiento de un club de barrio que se codea con los grandes del continente.
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