Siempre lejos del circo mediático y muy distante del histrionismo de aquella imagen de un técnico sacado gritándole cosas al lateral del otro extremo del campo o cruzando sus dedos índices sobre la cabeza al momento que es tomado por una cámara.
Sabella llegó al Pincha sin experiencia como DT principal, había sido ayudante de Passarella en la selección y es un hombre de la casa, motivos que bastaron para hacerse cargo de un plantel con figuras, con objetivos claros y un proyecto serio.
Siempre en cada declaración deja claro que es un tipo sencillo, honesto, medido y rescatada. En cada palabra reconoce el mérito de los jugadores y demuestra toda su humildad. Nunca mordió la banquina con una palabra demás, y ni siquiera se salió del libreto cuando sonaba como firme candidato para reemplazar a Maradona en la selección (mientras otros técnicos pedían minutos de aire para hacerse una auto campaña)
Ya había salido del molde cuando cruzó el banco de suplentes para saludar al enano Buonanotte que volvía de la tragedia por todos conocida. Ayer cuando le acercaron el micrófono en plena euforia, en plena vuelta olímpica, en plenos abrazos con los jugadores, tuvo la calma y la decencia de saludar en primer lugar a Gareca, a Bassedas y al Turu Flores y decir "tenía que ganar uno, pero Vélez hizo un excelente torneo". En boca de cualquier otro podríamos pensar que es una gastada y que dedica el título a su perseguidos, un clásico LTA, pero en boca de Sabella es honestidad en estado puro. Un tipo sobrio, sencillo y amante del fútbol, de esos que no abundan en el ambiente. Gracias Alejandro.
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